El domingo 4 de mayo, una tormenta descargó una gran cantidad de agua en Zamora capital. Más de 33 litros por metro cuadrado en menos de una hora. Muy llamativa fue la imagen de la rotonda de la estación de tren, totalmente anegada. Pero hay otra zona de la ciudad, que también sufre los efectos de estos aguaceros, una y otra vez, desde hace años. En el barrio de Olivares, el colector no da abasto y las aguas residuales terminan en el arroyo o directamente en el Duero.