Los problemas para pagar una vivienda y el empleo precario siguen lastrando la situación económica y social de muchas personas en la provincia. Así lo refleja el informe anual de Cáritas Diocesana, que atendió el año pasado a 8.360 personas. Es un diez por ciento más que el año anterior. Necesidades que no han cubierto los donativos y fondos que reciben, la gran mayoría de origen privado, lo que provoca una situación de déficit.